El reconocimiento de los derechos de las mujeres es una lucha que no es ajena a las condiciones laborales, ni a las formas de producción. Al igual que en los espacios urbanos, en las zonas rurales también se gestan y lideran procesos para dignificar y hacer más equitativas las relaciones de poder que se construyen y reproducen en los procesos de producción.
En estos contextos, la agroecología y los feminismos dialogan para tejer nuevos futuros más dignos para las mujeres, quienes históricamente han tenido que soportar de forma acentuada diferentes formas de violencia, pues trabajan en tierras que no son de su propiedad, tienen jornadas labórales más extensas, no administran dinero, y en el caso colombiano, también son víctimas acentuadas de las dinámicas del conflicto armado.
El presente espacio tiene por objetivo compartir la esperanza y plantar semillas de resistencia, dialogar y reflexionar en torno al rol transformador de la mujer rural, y cómo a través de una práctica subalterna como la agroecología, se trabaja cotidianamente desde el campesinado, por cosechar futuros más dignos para las mujeres rurales.
Buscamos con estos intercambios, compartir y aprender de experiencias que narren procesos y andares en pro de la autonomía económica, el acceso a la tierra, el respeto por la diversidad y el entorno, la transformación de las relaciones de poder y la incidencia en toma de decisiones de sus procesos organizativos, y de esta manera seguir en la construcción de realidades más justas por medio de la agroecología.